Desde el mirador de la Plaza Nueva, donde se halla la Ermita de los Dolores, ,del siglo XVIII, se puede admirar una magnífica vista del Valle de las Pirámides y de la zona donde estaba situada Mojácar la Vieja. También podremos disfrutar de una expléndida panorámica de la costa desde el Mirador del Castillo, la zona más elevada de la ciudad.
Junto a la iglesia fortaleza de Santa María, de 1560, se sitúa la estatua de piedra de la Mojaquera. La Plaza del Parterre, antiguo cementerio árabe, continúa hacia el Ayuntamiento, con su árbol centenario, la Puerta de la Ciudad, puerta del la Almedina, de 1574 y la Casa del Torreón.
Podemos disfrutar del recorrido por el arrabal, antiguo barrio judio de calles laberínticas, así como del camino que conduce hasta la histórica Fuente Mora de doce caños, donde Alabez negoció con los Reyes Católicos y donde aún las mujeres siguen lavando su ropa al atardecer.
En Mojácar podemos ir a distintas fiestas:
Moros y Cristianos
El fin de semana más cercano al 10 de Junio. Sus calles se llenan de un espectacular colorido, que encuentra su culmen en el desfile de kábilas moras y cuarteles cristianos.
Fiesta de San Agustín. Patrón de Mojácar
El 28 de Agosto, los visitantes podrán contemplar las tradicionales "corridas de cintas" a caballo, que sólo son bordadas por muchachas solteras del pueblo, mientras que el Día de la Virgen del Rosario, son las casadas las que tienen este privilegio.
Virgen del Rosario. Patrona de Mojácar
El 7 de Octubre.
Romería de San Isidro
El 15 de Mayo.
San Juan
El 24 de Junio. Hogueras en la playa.
Completan el calendario festivo los Carnavales o el Día de la Vieja. Durante el verano se organizan en Mojácar actividades culturales tales como conciertos, exposiciones, teatro, etc.
Su Historia es:
En Mojácar pervive, como en ningún otro rincón de Andalucía, una admirable y encantadora fidelidad al pasado árabe.
Por la villa de Mojácar han pasado a lo largo de los años civilizaciones y culturas que han convertido a este municipio almeriense en uno de los más emblemáticos y con más belleza arquitectónica de la provincia. Mojácar está asentada en una atalaya que domina el horizonte y ha sido codiciada por muchos pueblos de la antigüedad.
Entre el final del Neolítico y la Edad de Cobre (4.000-2.000 años a. C.) encontramos la huella humana en la tierra de Mojácar. El hallazgo de numerosas necrópolis y el descubrimiento de la Cultura Argárica o del Bronce se da entre los años 1.800-1.200 a.C., y encontramos la primera sociedad organizada de la Península Ibérica.
En la Edad de Hierro, llegan los celtas provenientes del norte y centro de Europa. También los fenicios y cartagineses se sintieron atraídos por la noticia de estos pueblos florecientes donde podían comerciar. Cuando los griegos ocuparon la región, denominaron a esta Atalaya Murgis Akra, Murgis en la altura, de ahí la derivación latina Moxacar, la Muxaca árabe que da pie al nombre actual de Mojácar.
En el siglo V se produce la invasión de los visigodos, que permanecieron en estas tierras hasta comienzos del siglo VIII, momento a partir del cual empezará la etapa musulmana que durará hasta el año 1.488, con la entrega de Mojácar a los Reyes Católicos.
Mojácar conoció su mayor esplendor en su dependencia del Califato de Córdoba, ya que su número de habitantes y su situación privilegiada la hacían plaza inexpugnable.
El 10 de junio de 1.488 los jefes moros de Mojácar rindieron obediencia al Rey Fernando el Católico. Esto significó la expulsión de los moros de Mojácar y también de Mojácar. Ésta fue repoblada con cien familias cristianas procedentes en su mayoría del Reino de Murcia.
En 1.530 el emperador Carlos V otorgó a Mojácar el título de ciudad y a su escudo de armas, concedido por los Reyes Católicos, se le añadió un águila bicéfala
A partir del último tercio del siglo XVI, tiene lugar una importante remodelación urbana y aunque la principal fuente de vida sigue siendo la defensa costera contra el moro, los cristianos empiezan a abandonar la economía morisca de la seda y empiezan a cultivar el olivo, la vid, la higuera y el algarrobo.
Mojácar fue ciudad floreciente hasta bien entrado el siglo XVIII, en lo militar, civil y eclesiástico, como demuestra la existencia, además de la iglesia, de cinco ermitas: San Sebastián, Espíritu Santao, San Agustín, San Ramón y la de la Virgen de los Dolores.
Un factor clave del crecimiento de Mojácar fue el inicio de la actividad minera en la región. Dicho crecimiento acabó con el final de la I Gerra Mundial. Se inicia el éxodo hacia Sudamérica y posteriormente hacia Cataluña y Europa. La despoblación adquirió carácter alarmante.
Pero el milagro llegó en forma de turismo, que lejos de destruir la auténtica fisonomía de su pueblo y de sus gentes hizo que el visitante continuara admirando su pasado, su arquitectura, el color blanco de sus casas y el carácter abierto de gentes que heredaron la tolerancia y la convivencia de diversas culturas y religiones.
CERCA DE MOJÁCAR ...
A 19 km de Mojácar, están las cuevas de Garrucha con yacimientos arqueológicos y un conjunto de casas cueva.
Mapa
ARAGÓN
-Alvarracín (Teruel)
En éste pueblo de Teruel podemos ver:
CALLE AZAGRA
Si partimos de la Oficina Comarcal de Turismo por la empinada calle Bernardo Zapater (o cuesta de Teruel), pasaremos al lado del imponente edificio del antiguo colegio de Escolapios (actualmente convertido en hotel), sin duda el inmueble de mayor tamaño de cuantos hay en la ciudad. Se empezó a construir en 1742, siendo de una gran severidad y sobriedad. Junto al colegio se encuentra la iglesia, buen ejemplo de la arquitectura que caracterizó las iglesias del siglo XVIII en la Sierra.
A continuación, a la derecha, junto a las primeras casas se puede observar el arranque del desaparecido hace un siglo Portal de Teruel, que fue el más importante de la ciudad.
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Seguido a dicho arranque se encuentra la casa noble de los Dolz de Espejo, datada entre los siglos XV y XVI, y enfrente la casa de la Brigadiera (hoy transformada en hotel), que pudiera datar en su estructura actual de mediados del siglo XVI. La parte posterior asienta sus fundamentos en los escarpes rocosos que delimitan la parte oriental de la ciudad.
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Nos adentramos en la calle Azagra y nos encontramos otra casa noble, la de los Navarro de Arzuriaga, originariamente construida en el siglo XVII. En el siguiente siglo, al convertirse los Navarro en la familia más influyente de la tierra, remodelaron el edificio decorando la fachada con elementos que recuerdan los de construcciones andaluzas de esta época, sin duda fruto de las relaciones a que la trashumancia obligaba con aquella región. En esta casa destaca su torre-lucenario y sus bellas escaleras.
En este punto nos encontramos una bifurcación. A la derecha arranca la típica calle del Chorro. La calle sube en empinada cuesta hasta la fuente que le da su nombre y desciende suave hasta la casa del balcón esquinero de la Plaza Mayor.
Si seguimos por la calle Azagra llegaremos a otra bifurcación en uno de los rincones más típicos de la ciudad. A la izquierda encontramos la calleja del Postigo, por la que bajan unas escaleras que conducen al túnel de la carretera y al Parque Municipal (posible acceso a la ciudad de los visitantes que han dejado el coche en este parking).
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Entramos en la parte más estrecha de la calle Azagra, al punto de que algunos de los tejados se sobreponen casi sobre los de las casas fronteras, impidiendo que los rayos solares lleguen hasta el pavimento empedrado, con lo cual su ambiente penumbroso le presta un carácter misterioso, terminando en la Plaza Mayor.
PLAZA MAYOR
Pese a la forma irregular del casco urbano albarracinense, podemos situar en esta pintoresca plaza su centro geográfico. Los dos edificios más característicos de la plaza son el Ayuntamiento y el que tiene un balcón esquinero, que está reproducido en el «Pueblo Español» de Barcelona. Desde este edificio arranca la mencionada calle del Chorro.
El edificio del Ayuntamiento está citado documentalmente desde el siglo XIV, siendo la reforma que se realizó a mediados del siglo XVI la que vino a darle la forma actual, que se sale un tanto de la habitual en Aragón. Pese a las restauraciones, mantiene su planta en forma de "U" regular, cerrando casi la mitad de la plaza. El piso bajo tiene recios soportales con arcos de medio punto, salvo en el tramo central, que está arquitrabado. El piso superior presenta un balconaje corrido a lo largo de toda la fachada con barandilla de forja, destacando en el centro el escudo de armas de la ciudad. Al exterior, frente al río, destacan unos vigorosos contrafuertes que sirven de basamento a la mayor parte del edificio.
En la esquina derecha del Ayuntamiento hay un mirador que nos permite observar la cara este de la ciudad hasta la iglesia de Santa María.
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El principio de la calle del Portal de Molina es una típica calle albarracinense, estrecha, donde los aleros de las casas parece que se toquen. Más adelante, en un ensanche, se encuentra la plazuela de la Comunidad, llamada así por hallarse allí la señorial mansión de esta típica institución de la Sierra.
Esta institución está integrada por la ciudad y 22 pueblos propietarios de grandes áreas de la Sierra, que se regía de acuerdo con sus fueros y privilegios medievales que reconocían el derecho consuetudinario o tradicional que estableció la explotación en común de los pastos y bosques, principal riqueza del país. Las instituciones y privilegios medievales quedaron derogados tras las alteraciones políticas acaecidas en el siglo XVI en Aragón, aunque la propiedad comunal de la mayor parte de los montes se ha conservado hasta hoy. La Casa de la Comunidad debe ser uno de los edificios más antiguos de la ciudad y destaca su arco de medio punto de la puerta principal y la labor de forja de sus rejas con decoración de aves estilizadas.
CALLE PORTAL DE MOLINA
Enfrente de la Plaza de la Comunidad se encuentra una de las puertas de la muralla, el Portal del Agua, que permitía la bajada al río por el lado sur. De él se conserva su arco y una torre adosada al recinto interior, que lo defendía. Frente a esta puerta, al otro lado del río, se alzaba la torre de la Muela, hoy arruinada, que protegía el acceso desde la ciudad al río. Antes de llegar al Portal, a la derecha hay una pequeña calle que nos lleva a un pequeño jardín-mirador desde el que se divisa la parte posterior de la Catedral y el castillo.
Al final de la calle del Portal de Molina se encuentra, haciendo esquina derecha, la casa de la Julianeta, una de las casas que más identifica a la ciudad. La casa parece que desafía la ley de la gravedad, sin apenas una vertical en su estructura. Enfrente se encuentra el Portal de Molina, llamado así porque de él partía el camino que iba a la ciudad de Molina. Está formado por dos sólidos torreones cuadrados y poseía un matacán, hoy destruido, para arrojar objetos a los atacantes.
Pasado el Portal de Molina se entra al llamado barrio de Los Palacios, cuyo origen se remonta al sitio que puso Pedro III, quien ordenó, antes de que llegara el crudo invierno, levantar unos edificios para expresar su firme voluntad de continuar el asedio hasta rendirla.
De vuelta a la Plaza Mayor lo hacemos por la calle de Santiago, que corre paralelamente a la calle del portal de Molina, pero en un plano superior. Nada más empezar la calle, a la izquierda, tenemos otro rincón típico de la ciudad, el llamado rincón de la Panadería sobre la parte alta del portal de Molina.
La calle nos lleva hasta la iglesia de Santiago, cuyas obras comenzaron hacia 1600 pero que tras sufrir una interrupción no terminaron hasta el siglo XVIII. Tomás Laguía conjetura que la advocación de Santiago se eligió por la especial amistad que los Azagra tuvieron con la Orden Militar de Santiago, y recoge la tradición popular que el edificio de enfrente, hoy transformado en hotel, fue la casa de los caballeros de la Orden en Albarracín. La calle termina en unas escaleras que nos llevan de nuevo a la Plaza Mayor.
CALLE DE LA CATEDRAL
La calle de la Catedral es una de las más importantes de la ciudad, y de las que más transformaciones ha sufrido. Fue la calle principal de la ciudad en el siglo X, y donde se encontraba la única puerta de la muralla, entre lo que hoy es la Casa de Cultura y Correos. En esta calle destacan tres edificios, la Casa de los Monterde, la Catedral y el Palacio Episcopal y un mirador que se hizo sobre los solares de varias casas destruidas en la Guerra Civil.
La Casa de los Monterde es seguramente el edificio con mejor traza y más cuidada construcción de toda la ciudad. La fachada presenta noble portalón rematado con gran escudo y bella rejería en ventanas y balcones. El lucenario superior constituye la fuente de iluminación de la mansión que tiene la particularidad de estar atravesada en la zona inferior por una calle, gracias a un pasaje abovedado.
SUBIDA A LAS MURALLAS
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La ciudad de Albarracín tuvo su razón de ser primordial en su ubicación estratégica en un lugar de fácil defensa, situado al lado de una fértil vega. La capacidad defensiva del lugar se vio acrecentada por una serie de construcciones levantadas a lo largo del tiempo y que fue aumentando su fortaleza hasta convertirse en una plaza prácticamente inexpugnable para los medios de ataque de la época.
El sistema defensivo de la ciudad se compone de tres castillos, el principal, el del Andador y el de Doña Blanca, y dos recintos cerrados por fuertes murallas.
El primer recinto, que corresponde a la medina o primitiva ciudad musulmana, estaba rodeado por una muralla sin torres y con una sola puerta situada en las inmediaciones de la plaza Mayor. Dentro de este recinto había dos castillos, el principal, que está siendo restaurado actualmente dado el estado ruinoso en que se encontraba, y la Torre de Doña Blanca, que defendía el extremo sur de la ciudad y cuya construcción debió realizarse en tiempos de Jaime II de Aragón.
PASEO FLUVIAL
Te proponemos realizar un paseo junto al rio Guadalaviar a traves de una senda que permite recorrer el meandro que forma dicho rio sobre la ciudad de Albarracín. Puedes empezar desde el Parque Municipal o desde un camino que arranca a mitad de la carretera que sube al centro historico, antes de llegar a la iglesia de Santa María, o desde el camino bajo el Portal del Agua (en este último caso en sentido contrario a la numeración).
MAPA
ASTURIAS
-Cudillero:
Valle de Faedo
El Valle de Faedo conforma un entorno de gran valor tanto paisajístico como también etnográfico, por su vegetación y construcciones tradicionales.
Desde Faedo se puede descender hacia el río que cuenta con zonas de gran belleza.
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Iglesia de San Martín de Luiña
Declarado Bien de Interés Cultural por la Consejería de Cultura del Principado de Asturias en 1999, el templo está considerado como «uno de los prototipos mejor definidos de la iglesia costera asturiana, tanto en su valor de conjunto, como en la conservación de la mayor parte de sus componentes característicos».
Magnífico lugar de culto, emplazado en Escalada, lugar y capital de la parroquia de San Martín de Luiña. Sustituta de otra más antigua, se edificó, en su solar, en el s. XVIII; sobre el dintel figura reflejada la fecha de 1726. Comparte con la parroquial de Santa María de Soto de Luiña rasgos muy extendidos en los templos de la zona litoral: pórticos laterales y torre a los pies. La planta es de cruz latina, incluida en un rectángulo. Los muros son de mampostería enlucida y notable sillar, éste visto en arcos, esquinas, cornisas y pilares.
Tiene tres naves, bóvedas de crucería cubriendo todos los tramos, con excepción de un crucero no resaltado exteriormente que culmina en cúpula semiesférica, y capilla única; la cuadrada torre-pórtico de la fachada, de tres cuerpos con atrio en el bajo, es estilizada y los dos pórticos laterales cuentan con tres arcos de medio punto apoyados en pilastras de bien trabajados sillares. La tribuna, ubicada a los pies de la nave, se dispone sobre un gran arco rebajado.
En el suelo del templo, de losas, hay inscripciones que marcaban el límite a los vaqueiros de alzada, discriminados por los marnuetos o aldeanos de la marina; así, en el piso de la nave central se lee la siguiente advertencia: «No pasen de aquí a oír misa los vaqueiros»; otras señalan el sitio donde debían ser enterrados nobles, pueblo llano, forasteros, vaqueiros, niños... En la portada principal, de estilo barroco, hay decoración esculpida; muestra pilastras acanaladas que la encuadran, con molduras de orejas y remate en frontón.
Las puertas laterales tienen también su mérito. Ornato a base de estrías y rosetas se exhibe en la imposta extendida por los muros. Guarda tres meritorios retablos dieciochescos, asignados al escultor ovetense Gabriel Antonio Fernández; en el banco del mayor se hace referencia al año en que fue dorado, 1756. Aunque las imágenes se destruyeron durante la Guerra Civil, en los retablos situados a uno y otro lado del principal -el de la derecha reservado al tema de la Pasión de Cristo; el de la izquierda, a la vida de la Virgen- se mantienen excelentes relieves historiados.
Declarado Bien de Interés Cultural por la Consejería de Cultura del Principado de Asturias en 1999, el templo está considerado como «uno de los prototipos mejor definidos de la iglesia costera asturiana, tanto en su valor de conjunto, como en la conservación de la mayor parte de sus componentes característicos».
Iglesia Jesús del Nazareno
Construida a finales del siglo XIX, de estilo ecléptico neomedieval.
La iglesia de Jesús de Nazareno está situada fuera del recinto denominado La Quinta en el Pito, en Cudillero - Asturias
Se trata de una iglesia-panteón promovida por Fortunato de Selgas y construida a finales del siglo XIX y principios del XX, siendo inaugurada en 1914 por la infanta y princesa de Asturias doña Isabel de Borbón y Borbón en el año 1914.
La iglesia se construyó dentro del estilo románico del siglo XII y posee unas imágenes y vidrieras de cierta importancia, pero lo más importante de la iglesia es la cripta.
La cripta es el emplazamiento del panteón familiar, pero lo más significativo es la existencia del altar religioso más antiguo de España.
El altar está fechado en el siglo VIII siendo erigido por el rey Silo como altar de la iglesia de Santianes de Pravia.
A los laterales se conservan también dos canceles prerrománicos, también de Santianes de Pravia
A principos de 2008 el altar y los canceles fueron traslados a una sala del palacio de los Selgas-Fagalde.
Anfiteatro de Cudillero
Recibe el nombre de “anfiteatro” pues las casas simulan los palcos y la plaza sería la escena.
Asturias está jalonada por pueblos preciosos, encantadores, marineros. Pueblos blancos acariciados por el mar, de bellos paisajes y acantilados, verdes valles e increíbles playas. Todo este conjunto perfecto tiene su ejemplo en el pequeño pueblo de Cudillero, de apenas 5000 habitantes, una preciosa localidad cuyo símbolo más característico es su puerto pesquero y sus casitas de colores.
Al igual que si se tratase de la época romana la villa de Cudillero cuenta para la satisfacción propia, y para el disfrute del turista por su disposición arquitectónica y su ubicación, de un hermoso anfiteatro, donde las casas aparece superpuestas unas sobre otras aprovechando cada rincón minucioso.
Recibe el nombre de “anfiteatro” pues las casas simulan los palcos y la plaza sería la escena. Una de las cosas que más caracteriza este lugar es el colorido que lucen las casas sobre todo en las ventanas y en los aleros.
Cudillero es un pueblo que vive del mar, desde siempre, desde tiempos inmemoriales. Se nota en el ambiente, la mayor parte de sus ciudadanos vive junto al mar, en una sucesión de casitas que aparecen colgadas casi del azul del mar, en un pequeño anfiteatro de edificaciones escalonadas, de estrechas y empinadas calles llenas de tipismo y encanto. Sin duda, uno de los pueblos más bonitos de España.
Dichos habitáculos se desenvuelven como aros concéntricos para culminar en el escenario que forma la Plaza de la Marina. Todo él en sí está catalogado como Conjunto Histórico Artístico.
En este lugar se encuentra situada la Ruta de los Miradores que consiste en desvaírse entre las callejuelas en sentido ascendente y siguiendo la barandilla azul se accede a los miradores que están dentro del casco antiguo.
Mapa
BALEARES
-Ciutadella (Menorca):
Museo Municipal de Ciutadella
El museo se encuentra situado en el Bastión de Sa Font, construido en 1677, que se asienta sobre uno de los acantilados junto al puerto.
La colección permanente hace un recorrido didáctico por la historia de Menorca, desde los primeros pobladores de la isla, las culturas pretalayótica y talayótica, las épocas romana y musulmana hasta la integración de la isla a la Corona de Aragón en el año 1287. Se muestran restos paleontológicos, joyas y objetos de uso cotidiano. También se organizan exposiciones temporales sobre temas arqueológicos,históricos y etnológicos.
Naveta de Es Tudons
La naveta era una tumba colectiva de la época pre-talayótica.
Consta de 2 cámaras: un osario y un recinto para ajuares funerarios. Su planta tiene forma de herradura alargada y su acceso tiene 2 puertas. Desde la antecámara se puede subir al piso superior de esta edificación que recibe el nombre de naveta porque desde el exterior se asemeja a una nave invertida.
Cala en Blanes
Es una de las playas que cuenta con mayor número de infraestructuras de la zona (hamacas, restaurante, deportes náuticos, etc.) Al fondo de la playa hay unas grandes palmeras que dan sombra.
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